La bellota avanza

En la campaña pasada se sacrificaron unos 670.000 cerdos de bellota, de los cuales unos 250.000 eran extremeños.

Vivimos en la región que cuenta con la mayor concentración de dehesas aptas para la producción del cerdo Ibérico de bellota: más de 1,2 millones de hectáreas de dehesa extremeña. Sin embargo, nuestro sector porcino del Ibérico está poco industrializado y además ha quedado muy tocado tras la crisis que atravesó hace unos años y que poco a poco y con mucho esfuerzo hemos superado, aunque todavía quedan muchos aspectos que mejorar.

Ahora mismo está terminando la montanera, es decir, cuando el cerdo ibérico se alimenta exclusivamente de bellotas y de hierbas en la dehesa. Una montanera que avanza a buen ritmo a pesar de ser un poco extraña, porque en la producción de bellota ha sido desigual, y ha venido un poco tardía con respecto a otros años. Y es que la meteorología es determinante, como siempre en el campo. El año pasado hubo una primavera temprana que adelantó la floración de las encinas, con lo que la bellota no ha engordado lo suficiente y ha madurado más tarde. La consecuencia de esto es que nos ha retrasado un poco respecto al año anterior en cuanto a la fecha de inicio de sacrificio de los primeros cerdos de bellota, acumulándose más a final de campaña.

Esta circunstancia puede conllevar un descenso en el número total final de cerdos sacrificados, si bien aún no ha concluido la montanera y es difícil aventurar cómo se dará.

cerdos

Ya en la pasada campaña de montanera -en la que se sacrificaron unos 670.000 cerdos de bellota, de los cuales unos 250.000 eran extremeños- percibimos un incremento de la demanda por parte de la parte industrial tras la bajada en la producción de cerdo ibérico que hemos tenido en los últimos años como consecuencia de la crisis del sector. Ojalá esa mayor demanda viniese por un mayor consumo de productos ibéricos, pero ahí ha jugado sus cartas otra crisis: la económica generalizada, que ha hecho que los consumidores los vean como productos de lujo y no los compren. Y no debemos olvidar que nuestro mercado es fundamentalmente el nacional, porque para el mercado internacional aún hay un largo camino para recorrer.

Esta situación está generando un ligero y progresivo crecimiento de las producciones de cerdo Ibérico, dando cierta estabilidad al sector y reactivando las explotaciones que han permanecido en letargo hasta que las condiciones han mejorado.

En esto ha tenido mucho que ver también la puesta en marcha de la nueva Norma de Calidad vehiculada por el Real Decreto 4/2014 de 10 de enero, que limita la capacidad productiva de las explotaciones ganaderas tanto intensivas como extensivas, para asegurar una calidad a los productos derivados. En el caso de la montanera para calcular la carga ganadera es necesario tener en cuenta la superficie arbolada según los datos del modelo informático Sig-Pac gestionado por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) así como el aforo de la producción realizado por las entidades de inspección, bajo la supervisión de la Entidad Nacional de Acreditación y Certificación (ENAC).

cerdos en dehesa
Por otro lado, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) está realizando una gran labor por este cerdo Ibérico, puesto que gestiona el sistema de información telemática ÍTACA, para la correcta llevanza de forma minuciosa de la trazabilidad de las producciones de animales en campo y de sus productos transformados en industria. Pero además, esta asociación constituida por ganaderos e industriales está realizando inspecciones tanto en campo como en industria para verificar el estricto cumplimento de dicha norma de calidad. Y además, también está inspeccionando los establecimiento de venta de productos Ibéricos, para evitar fraudes en el etiquetado, o situaciones que puedan llevar a confusión al consumidor.

Por tanto, ganaderos e industriales estamos trabajando para llevar ante el consumidor un producto de gran calidad, controlada y garantizada, con una información clara que para la correcta distinción entre un jamón ibérico y otro tipo de jamones y dentro del jamón ibérico, para la diferenciación sus categorías, bellota, cebo campo o cebo. Y por supuesto, la calidad tiene un precio. El precio debe ser justo, y es necesario para que la industria garantice sus inversiones en la compra y transformación de materia la prima. La cuenta es muy fácil, si la industria no gana dinero, difícilmente podrá pagar al ganadero el precio que le corresponde por la producción de sus animales, lo que pone en peligro a todo el sector del porcino Ibérico.

Así que por el bien de este sector, entre todos los que lo formamos, ganaderos e industriales, de forma conjunta, a través de las cooperativas y asociaciones, y por supuesto con el apoyo y ayuda de la Administración, debemos velar cumplimento estricto de la Norma de Calidad a todos los niveles.

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