En concreto para la apicultura y para varias producciones agrícolas extremeñas
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha solicitado una reducción en los módulos del IRPF en la Declaración de la Renta de 2016 de los agricultores y ganaderos, que estén acogidos al régimen de estimación objetiva, ante las pérdidas registradas en distintas producciones agrícolas y ganaderas en Extremadura por las adversidades meteorológicas del año pasado en la región y que afectan a la renta agraria, sumándose a todo los bajos precios que reciben los productores y que no cubren los costes en muchos casos.
Esta solicitud se ha presentado al Ministerio de Agricultura, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Rural. En ella se solicita una actualización a la situación real del campo extremeño de los índices del IRPF de 2016.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el invierno ha sido el más cálido desde 1961, registrándose temperaturas por encima de lo normal y escasas entradas de frío. Durante la primavera continuaron las anomalías climáticas, con temperaturas inferiores a las normales y con precipitaciones superiores a los valores normales, mientras que el verano fue extremadamente cálido.
Toda esta situación ha llevado a una merma en las producciones agrícolas y ganaderas de Extremadura, llegando al 60% de pérdidas en el olivar mientras que en el maíz fueron de unos 3.000 kilos por hectárea debido al retraso en la siembra por las lluvias de primavera y la mala polinización a causa del calor excesivo del verano. Por estas mismas causas, los cultivos de arroz y girasol experimentaron una bajada del 35% en los rendimientos.
El cereal de invierno en la provincia de Badajoz se ha visto gravemente afectado por el gusano de alambre (Agrostis Sp.) y el mosquito del trigo (Mayetiola destructor), provocando pérdidas de producción muy importante, sobre todo en la Campiña Sur. Por otro lado, el aire afectó al tabaco y al pimiento con mermas en las producciones e incremento de costes, sin que esté cubierta por el sistema de seguros agrarios.
En el caso de las frutas la peor parte se la ha llevado la cereza con un descenso de la producción en casi el 50%, mientras en la ciruela la disminución de producción asciende al 60%. El tomate para industria ha sido otro gran perjudicado con una reducción en las variedades tardía del 35% aproximadamente, a lo que hay que añadir el daño sufrido en la comarca de Don Benito donde las tormentas de primeros de julio arrasaron unas 12.000 hectáreas.
Finalmente, hay que reseñar que este año la apicultura ha sido una de las grandes perjudicadas por la meteorología. Las lluvias de primavera hicieron que la producción de mieles monoflorales (naranjo, romero, bosque, eucalipto, etc.) haya sido escasa o casi nula, mientras que la producción de mieles de mil flores y de girasol se ha visto reducida en un 50%.
