Ha abierto nuevos mercados e incorporado proyectos de I+D+i a sus procesos y productos para incidir en la productividad y rentabilidad de las explotaciones
La cooperativa Ovino del Suroeste (Oviso) se ha convertido en sus 10 años de trayectoria en el mayor grupo de producción y comercialización de ovino en Extremadura, siendo además líder de producción a nivel nacional y destacando su presencia en el mercado de la carne fresca mediante un sistema directo desde el productor al punto final de venta.
Ubicada en la localidad pacense de Villanueva de la Serena, está integrada por un total de ocho cooperativas de base, que son Alanser, Cooperativa de Ovinos Extremeños, Fovex SAT, Sociedad Comarcal Agrícola Ganadera de Castuera y las cooperativas de Talarrubias, Esparragosa de Lares, Puebla de Alcocer y Castillo de Herrera.
Oviso ha realizado en los últimos años un esfuerzo muy importante para mejorar y ofrecer nuevos servicios a sus socios a través de sus estructuras de base. Así, son constantes las oportunidades que se les da a los ganaderos que quieren seguir con la actividad y aumentar la rentabilidad de sus explotaciones a través de unos servicios veterinarios profesionales, asesoramiento técnico, gestión de ayudas, seguros agrarios, formación, organización comercial de su producción, etc.
En el terreno comercial, Oviso ha abierto nuevos mercados dentro del segmento de calidad de carne de cordero, buscando siempre el mayor valor añadido al producto, además de trabajar sistemáticamente en obtener una diferenciación respecto al resto, para lo que ha apostado por incorporar proyectos de desarrollo e innovación en los procesos y productos con el fin de mantener su constante inquietud hacia la mejora continua.
Ejemplo de ello es precisamente el desarrollo de un paquete de servicios dirigidos al socio con el objetivo prioritario de incidir sobre la productividad de la explotación y por tanto sobre su rentabilidad directamente. Así, se ha incorporación una tecnología de cebo sin paja en los cebaderos, que supondrá un ahorro importante por cordero cebado, mientras que, por otro lado, se ha llevado a cabo una organización comercial para la compra de sementales, de tal forma que al socio de la cooperativa le sea más económica la incorporación de genética que tienda a mejorar la raza merina hacia la aptitud cárnica.
Asimismo, la incorporación de nuevas cooperativas de Talarrubias, Herrera del Duque, Esparragosa de Lares y Puebla de Alcocer supone además para Oviso un aumento del volumen de ovejas, siendo líderes en producción a nivel nacional.
Respecto al producto que comercializa Oviso, cuenta con un programa de calidad que garantiza su cumplimiento con todas las garantías desde el punto de vista de seguridad alimentaria, que además va más allá de lo estrictamente necesario para mostrar las bondades de un producto que, con un control y un adecuado manejo, se posiciona entre las carnes más valoradas por el consumidor.
Así, un objetivo prioritario para este grupo es romper los mitos de la carne de cordero a base de un intenso trabajo de su personal desde la fase de producción y cebado hasta la etapa final de comercialización, con el desarrollo de proyectos de I+D+i que potencien los rasgos más positivos de estas carnes y mejoren los negativos, y con un exhaustivo autocontrol en todas las fases.
Oviso actualmente realiza la comercialización en el ámbito nacional y comunitario de canales ovinas con dos marcas propias: CORDEHESA para las canales certificadas con la Denominación Específica Corderex, y CORSERENA para las canales producidas y controladas directamente por la cooperativa. Además, está pendiente de registro de una nueva marca para las canales con destino al mercado comunitario.
Respecto a la relación entre el socio y la cooperativa, Oviso entiende que debe complementarse con colaboraciones con otras entidades y empresas del sector. Por ello, ha establecido acuerdos comerciales con las asociaciones de criadores de razas autóctonas para la mejora genética de las ganaderías; desarrolla proyectos en colaboración con la Universidad y La Finca La Orden, entre otros, para la reducción de costes de alimentación, desarrollo de nuevos piensos, el aumento de la vida útil del producto comercial; y ha ampliado su orientación a nuevos mercados de gran potencial como los precocinados o los productos dirigidos a los países árabes.
Además, ha llevado a cabo una experiencia con la cooperativa Oviaragón, que en el pasado mes de julio visitó Oviso para conocer con más detalle su estructura y sistema de producción, y que supuso un intercambio de información muy útil para iniciar nuevos proyectos. Además, está prevista una visita el próximo año del instituto del Elevage de Francia referente en ese país para el sector ovino y muy interesados en conocer también la estructura y sistema de trabajo extremeño.
Las cooperativas son pilar del desarrollo de la ganadería
Entrevista al gerente de OVISO, Juan Carlos Pozo Crespo.
- ¿En qué situación se encuentra el sector ovino de carne en Extremadura?
Está pasando por un momento de reestructuración provocado por los cambios en la política comunitaria, las exigencias del mercado y el difícil relevo generacional, que suponen, aún más si cabe, un auténtico reto hacia la búsqueda de rentabilidad de las explotaciones ovinas.
- ¿Es un sector con demasiadas barreras que derribar?
Efectivamente. Pero en este sentido, la asociación en cooperativas es la mejor solución para el ganadero que tiene un constante apoyo para solucionar sus problemas sin un coste extra, y la única solución para posicionarse en el mercado y jugar a las reglas que en él se marcan. Es en definitiva una especialización de las actividades, en la que el ganadero produce, el técnico ofrece soluciones y servicios concretos, y las cooperativas comercialización a gran escala y defienden los intereses del sector para proporcionarle un futuro mejor.
- Existe por tanto en este sector un diferencial entre pertenecer o no a una cooperativa...
Sí, y se va a incrementar de ahora en adelante de forma sustancial. No sólo porque la mayoría de las ayudas a la ganadería ovina se han orientado hacia las estructuras organizadas tanto de la producción como de la comercialización y no directamente a la oveja como hasta ahora, sino porque son estas estructuras las que tienen la suficiente capacidad de gasto para la creación de nuevos servicios que repercutan directamente sobre la rentabilidad de las explotaciones. Es el momento de revolucionar los conceptos, ya obsoletos, sobre la ayuda directa a la oveja independientemente del sistema de producción.
En estos momentos, y cada vez más, serán los ganaderos que quieran aumentar su productividad, mejorar la genética de sus cabañas hacia la aptitud cárnica, llevar un control reproductivo, cuidar el estado sanitario de sus animales y apostar por la calidad, los que reciban una mayor ayuda para lograrlo, y ese apoyo le va a llegar de la cooperativa, que se ha posicionado en este sistema como pilar del desarrollo de la ganadería.
Es una realidad que en Extremadura hay un movimiento cooperativo vivo y en constante movimiento, con capacidad de organización y con un objetivo común, ofrecer un futuro mejor a todos aquellos ganaderos que decidan continuar con la actividad así como a aquellos jóvenes que piensen el ovino como una alternativa real de empleo y de forma de vida.
- ¿Qué sería del campo extremeño sin ovejas?
Para los que no quieran responder a esta pregunta el camino a seguir es la unión en cooperativas, la comercialización en grandes volúmenes y la organización de la producción según la verdadera demanda comercial, los que como nosotros piensen así tendremos siempre las puertas de entrada abiertas, el resto si quiere puede ir pensando la respuesta.
