Extremeña de Arroces apuesta por conseguir una D.O. del arroz extremeño y proyecta elaborar productos de cuarta gama

La originalidad de esta cooperativa consiste en vaporizar arroz como tan sólo en España hace un gran grupo industrial y otros cuatro en Europa

Extremeña de Arroces, resultado de la apuesta de seis cooperativas agrarias de Extremadura y dedicada al almacenamiento, transformación, envasado y comercialización de arroz, ha reafirmado su apuesta por la calidad de este producto con el que conseguir una denominación de origen, la del arroz extremeño, que la cooperativa demanda desde su inicio.

La actividad industrial a la que se dedica Extremeña de Arroces, socia de UNEXCA, no existía en la región hasta la creación en el año 1.999 de esta sociedad cooperativa, que ha permitido que los agricultores pasen de ser cooperativistas dedicados a la producción de arroz a empresarios participantes en el proceso de transformación y comercialización del mismo.

Extremeña de Arroces ha realizado ya inversiones que ascienden a 10 millones de euros, que le han permitido duplicar la capacidad de producción de vaporizado a 40.000 toneladas de arroz cáscara al año, innovando además en procesos y productos, diversificando la capacidad de envasado y mejorando la calidad mediante la implantaciones de diversas certificaciones, además de potenciar y desarrollar comercialmente su marca, Guadiarroz.

Aún con todo esto, esta moderna industria arrocera prevé abordar algunas inversiones más en aras de la competitividad, como son una central de cogeneración, que combine la producción de energía eléctrica con la producción de calor útil para su posterior aprovechamiento energético, utilizando como combustible el gas natural en los procesos de tratamiento de arroz dentro de nuestras instalaciones, ampliación en la línea de fabricación con una tercera Autoclave y la puesta en marcha a largo plazo de elaboración de productos acabados de cuarta gama.

Igualmente, Extremeña de Arroces considera necesario continuar primando la calidad, para dar traslado del esfuerzo que sus socios productores realizan en el cultivo mediante la producción integrada. Dispone de las Vegas del Guadiana como entorno inmejorable, técnicas de cultivo que cumplen con las exigencias en seguridad alimentaria y unas modernas instalaciones con nuevas tecnologías, lo que permite asegurar la calidad, la trazabilidad y un producto sano y natural.

No en vano, Extremeña de Arroces, por estar constituida por los propios agricultores arroceros, ofrece garantías de calidad desde el cultivo hasta los procesos de elaboración industrial de sus productos finales, ya sean arroces largos, redondos, vaporizados o blancos.

De este modo, también considera necesario la defensa y divulgación del arroz como cultivo y alimento por lo que se representa de generación de riqueza en el entorno que se desenvuelve, de ahí que por ejemplo el presidente de Extremeña de Arroces, Manuel Rodríguez Corrales, sea a su vez responsable de las cooperativas productoras y transformadoras de arroz de toda España, así como ser representante en Bruselas dentro del Copa- Cogeca y además miembro permanente del grupo de experto de la Comisión Europea.

En su opinión, Extremadura tiene ante sí retos en lo referido al subsector del arroz, dada la importancia socio-económica que tiene con 27.000 hectáreas de arroz, lo que viene a significar casi una cuarta parte del total nacional.

La originalidad de Extremeña de Arroces consiste en vaporizar arroz como tan sólo en España hace el grupo Ebro-Puleva y en Europa cuatro corporaciones industriales más, aunque su reto es el de afianzarse cada vez más en el mercado introduciendo todo aquello que los consumidores demanden, para cubrir así nichos o parcelas de negocios que irán aflorando.

EL PROCESO INDUSTRIAL DEL ARROZ

“Lo primero que llama la atención a muchos es ver que el arroz tiene cáscara, que no llega tal y como lo vemos en los paquetes que compramos en el supermercado, sino que conlleva un proceso industrial complejo”, asegura el gerente de Extremeña de Arroces, Ramón Fontanellas.

Este proceso industrial comienza con una inspección y muestreo para verificar que reúne las condiciones de calidad exigida, pasando después a un proceso de selección, limpieza y calibrado de los granos.

Con ello, se inicia la vaporización o tratamiento hidrotérmico con el remojo del arroz cáscara en agua caliente en un depósito presurizado, para posteriormente ser sometido al proceso de vaporización propiamente dicho en una autoclave giratoria presurizada donde se consigue el grado adecuado de gelatinización del almidón del grano. Posteriormente es secado dentro del propio autoclave por tratamiento simultáneo de vacío y calor.

Tras una nueva limpieza y eliminación de partículas y granos extraños, el descascarillado se realiza por fricción entre rodillos de caucho, de ahí pasa a las mesas densimétricas para devolver al inicio del molino los granos no pelados.

El arroz pasa posteriormente al proceso de blanqueado en las blanqueadoras y pulidoras, que dan a la superficie del grano la textura y color uniforme conforme a las exigencias del mercado.

Antes de pasar a líneas de envasado, el grano es sometido a un calibrado y selección electrónica de color.

EL PRODUCTO FINAL

Extremeña de Arroces ofrece al mercado de arroces vaporizados y blancos redondos o largos de máxima calidad. Sin duda, su producto más competitivo es el arroz largo vaporizado del que Extremeña de Arroces puede producir 25.000 toneladas, envasado en diferentes presentaciones.

Nutricionalmente del arroz vaporizado cabe destacar que a las excelencias de todo el arroz que le suma una mayor cantidad de minerales, vitaminas y proteínas y un manejo más fácil en la cocina.

EXTREMEÑA DE ARROCES EN CIFRAS

Extremeña de Arroces representa al 65% del sector arrocero de Extremadura. Cuenta con 1.000 socios cooperativistas con 17.000 hectáreas de superficie y una producción de 110.000.000 kilos de arroz cáscara (paddy) y 36.500.00 kilos de arroz procesado en la campaña 06-07 (3,3 millones más que campaña anterior).

Esta industria factura 11,8 millones de euros anuales y cuenta con 22 trabajadores de plantilla media.
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