Aboga por mejorar el sistema de seguros y rechaza el incremento de tasas y eliminación de coberturas y garantías que pueden llevar a un descenso de la contratación
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura y su correduría de seguros Hacex Extremadura han defendido la puesta en marcha de medidas efectivas que potencien el Sistema de Seguros Agrarios Combinados (SAC) de España, al considerar que debe ser viable y accesible para agricultores y ganaderos y alejarse de fuertes incrementos de primas y retirada de coberturas que está aplicando Agroseguro en estos últimos años.
“Es un camino que nos llevará a la ‘antiselección’ en algunas líneas que son muy necesarias para la supervivencia de los sectores agrarios”, señala Jesús González, responsable de seguros agrarios de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura. Según explica, esta situación está llevando a recargos máximos en seguros realizados por agricultores y ganaderos que hayan sufrido una adversidad media grave en los últimos diez años, algo normal si se tiene en cuenta la recurrencia y persistencia de los daños climáticos. “Y esto, unido a la eliminación de la subvencionalidad de los recargos, ha incrementado el coste del seguro de forma exponencial en muchos cultivos, llevando a muchos asegurados históricos que aseguran fielmente a plantearse si vale la pena asegurar a estos precios”, añade.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura se contempla la política de subida de tasas y eliminación de coberturas que está aplicando Agroseguro como una medida ineficaz a medio y largo plazo, “porque estos incrementos desincentivan la contratación de los asegurados con menor riesgo, incrementando la siniestralidad en las líneas y llevando a las mismas a esa verdadera ‘antiselección’ de asegurados”, subraya Jesús González. Esto a pesar de que la evolución de la siniestralidad frente a la prima de riesgo está prácticamente en el equilibrio técnico en Extremadura, a pesar de que el sistema ha soportado en los últimos cinco años la mayor adversidad climática de la historia (ver tabla).
Es lo que está sucediendo en el sector cerecero, que en las dos últimas campañas ha sufrido adversidades climáticas y se verá afectado por ello, con esos recargos y con su consideración como asegurado de alta y reiterada siniestralidad (RAS), lo que le impedirá asegurar su cultivo esta campaña o realizar un aseguramiento normal.
Y es que la clasificación de asegurados individuales como RAS se plantea como una medida individual para aquellos asegurados cuya siniestralidad esté por encima de la media y hayan percibido indemnización por ello. “Pero cuando más de un tercio de las explotaciones aseguradas entran en RAS, no estamos penalizando a los de mayor siniestralidad, sino que estamos castigando a una gran parte de la contratación”, añade González.
En el cultivo de tomate de industria, Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha solicitado una cobertura de la falta de polinización en este cultivo por altas temperaturas y el estudio que realizó Agroseguro daba una cobertura a nivel de explotación con un incremento de coste para el sector inasumible para la garantía que ofrecían. Al no tener correlación incremento de precios con cobertura ofrecida, se solicitó un nuevo estudio para equilibrar precio garantía.
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura defiende que es momento de estar a la altura de las circunstancias para mejorar y perfeccionar el único instrumento de política agraria del Estado que garantiza a agricultores y ganaderos recuperar gastos en el caso de que se vean afectados por las adversidades meteorológicas. Por eso, considera que la solución no puede ser incrementar tasas, eliminar coberturas y garantías ni aplicar medidas para asegurados de reiterada siniestralidad.
Aboga así por medidas encaminadas a la captación de nuevos asegurados con baja siniestralidad con el objetivo de dispersar el riesgo y equilibrar las líneas; y anima a la Administración a actuar como órgano de coordinación para el correcto desarrollo y evolución del seguro, equilibrando las fuerzas entre sector y parte privada, antes de que esta última asuma el control de un instrumento de política agraria.