“El cooperativismo está en un buen momento y debemos aprovechar las oportunidades de expansión y desarrollo”

ENTREVISTA. Domingo Fernández, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura

En primer lugar, hablemos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura. ¿Cuáles son las cifras de esta unión?

Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura es la federación que aglutina a aproximadamente 230 cooperativas para representarlas y defender sus intereses. Estas cooperativas facturaron 910 millones de euros en el año 2014, pendiente a fecha de esta entrevista de conocer el cierre de 2015. Esto representa más del 5% del PIB regional.

Las cooperativas que forman Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura cuentan con alrededor de 45.000 socios agricultores y ganaderos y dan empleo a más de 3.600 personas de la región, sumando así el 1% de la población activa de Extremadura.

Hemos cerrado el año 2015, en el que Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura celebró sus 25 años

Sí, y en ese tiempo se ha recorrido un largo y apasionante camino en el que el trabajo y compromiso de las cooperativas, de sus agricultores y ganaderos y de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura han impulsado el cooperativismo de la región, basado en la fuerza que da la unión.

Los pasos que se han dado en estos 25 años y lo que hoy son las cooperativas extremeñas evidencian que se ha cumplido el objetivo con el que se creó esta unión cooperativa, que ha acompañado en su andadura a las cooperativas y que actualmente es reflejo de su realidad empresarial.

Nueve entidades constituyeron hace 25 años la por entonces Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (UNEXCA), con una facturación anual de 22.000 millones de pesetas. En el año 95, esta federación reunía al 40% de las cooperativas agrarias. En el año 2000 facturaba más de 70.000 millones de pesetas. En 2005 Extremadura era la sexta comunidad autónoma con más coopeativas agrarias y en 2007 la quinta.

Así hasta llegar a las 230 cooperativas, 910 millones de facturación y 45.000 agricultores y ganaderos que somos hoy. Un sistema cooperativo fuerte, que apuesta por la modernización, por la fijación de la población rural y por el desarrollo rural; por producir alimentos de calidad, por mantener el crecimiento económico y por estar comprometidas cada día con las zonas rurales y con el medio ambiente.

Tras esos 25 años ¿Cuál es el momento que vive actualmente el cooperativismo extremeño?

Con esas cifras que acabo de mencionar, creo que el cooperativismo extremeño y español está en un buen momento, en el que debemos aprovechar las oportunidades que se nos presenten de expansión y desarrollo.

Las cooperativas no se limitan hoy a almacenar productos, sino que los transforman e incorporan valor añadido a los mismos. Por tanto, el papel de las cooperativas en la economía agraria y en el mundo rural español es fundamental.

Por ello, las cooperativas vienen realizando un importante esfuerzo en cuanto al desarrollado de procesos de integración y concentración con el objetivo de incrementar su competitividad o en cuanto a garantizar la calidad y seguridad alimentaria de esos productos que producen y comercializan. Todo eso son aspectos que no hay que olvidar ni dejar de valorar.

No obstante, las cooperativas también están viviendo situaciones complicadas ¿El modelo funciona?

Las cooperativas son empresas y a nadie se le escapa que muchísimas empresas están actualmente sufriendo las consecuencias de la actual situación de crisis financiera general. Pero esto no es motivo suficiente para cuestionar el modelo empresarial que suponen las cooperativas, porque el trabajo diario de las cooperativas, de sus agricultores y ganaderos, es lo que hace que la economía en muchos de nuestros pueblos se mantenga a flote.

El modelo cooperativo funciona y tenemos muchísimas cooperativas que lo demuestran. Tanto es así que el sector agroalimentario es hoy el primer sector económico de la región gracias a la ayuda de las cooperativas, que han jugado un importante papel en el crecimiento de nuestra economía. No en vano, el movimiento agroalimentario cooperativo ha conseguido vertebrar Extremadura, de hecho, en muchos pueblos, la cooperativa es la única empresa o industria que existe.

Creo sinceramente que no cabe, por tanto, debate alguno respecto al modelo cooperativo, que ha demostrado durante años su eficacia y validez y sin el que el campo extremeño no sería hoy lo que es, porque el esfuerzo y trabajo de los agricultores y ganaderos que las forman ha hecho que las cooperativas lideran la transformación y modernización de nuestra agricultura y ganadería, apostando por la agroindustria y manteniendo un sector que es la base de nuestra región.

¿Hay apoyo suficiente desde las Administraciones al fomento de las cooperativas?

Nunca es suficiente. Pero no sólo desde el punto de vista económico, que es muy importante, sino que además creo es imprescindible contar con ayudas de otro tipo, como por ejemplo simplificar, unificar y coordinar trámites, proyectos, iniciativas, etc.

Las cooperativas somos empresas diferentes, ligadas al territorio y al mantenimiento económico y social de la mayoría de nuestros pueblos, por ello creo que la Administración debe dar un apoyo claro y decidido al cooperativismo, favoreciendo la concentración de la oferta y la integración cooperativa. Pero creo también que el reconocimiento del sector agrario debe darse en todos los ámbitos y que toda la sociedad sea consciente de lo que representa el campo.

¿Cuáles son los retos del sector cooperativo extremeño?

Hay muchos y uno de ellos es, por supuesto, la integración cooperativa. Que no tiene porqué suponer la absorción o desaparición de nadie, sino una intercooperación o colaboración entre cooperativas, que creo que debe ser sectorial, para aprovechar sinergias y ser más fuertes.

Además, tenemos por delante el reto de hacer que nuestro sector agroalimentario sea referente en todos los sentidos. Somos muy competitivos en producción y en calidad, pero no en transporte. Esa parte nos falla en Extremadura: la infraestructura y transporte. Y es fundamental para que el sector agroalimentario extremeño sea aún más competitivo y fuerte de lo que ya es.

¿Y los de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura? ¿Qué proyectos se plantea para el año 2016?

El principal reto que tenemos por delante es favorecer la integración, intercooperación y colaboración entre nuestras cooperativas socias, porque es la solución a muchos problemas actuales, entre ellos el de los bajos precios en origen que reciben nuestros agricultores y ganaderos.

Y otro proyecto que hemos puesto ya en marcha y debemos impulsar aún más es potenciar la formación, tanto de los técnicos de las cooperativas como de los consejos rectores de las mismas, sin olvidar a los agricultores y ganaderos. Es fundamental apostar por esa mayor capacitación profesional de todos los eslabones de las cooperativas y la profesionalización de la gestión cooperativa.

¿Es factible la integración cooperativa?

Sí, es factible la integración cooperativa en sus diversas formas de colaboración. Y es, como decía antes, uno de los retos actuales del sector cooperativo, que debe empezar a creer que es el camino de futuro. Por ello, el esfuerzo hay que hacerlo en todos los sectores, y en ello se centra actualmente Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, que se organiza en base a 13 sectores que abarcan toda la producción agroganadera con el objetivo de representar a las cooperativas que trabajan en un mismo sector en consejos sectoriales, que se reúnen periódicamente para tomar las decisiones más importantes para ese grupo de cooperativas y en defensa del sector.

No obstante, hay sectores con una fuerte presencia asociativa, como el tabaco, y otros donde aún queda mucho por hacer, como el vacuno o el porcino, por poner algunos ejemplos.

En este sentido, ¿qué piensa sobre la Ley de fomento de la integración cooperativa?

La Ley de Integración Cooperativa es muy importante para nosotros y viene a apoyar el sector de las cooperativas agroalimentarias, porque somos un ejemplo claro de trabajo y de progreso. Pero para ello lo primero es que sirva realmente para lo que se ha creado y ello se basa en que cuente con un presupuesto adecuado para que sea un instrumento útil y permita catalizar los procesos de integración. Nuestro sector cooperativo se caracteriza por una gran atomización y, ante ello, es necesario ganar dimensión, que es lo que nos ofrece esta Ley.

Ya pedimos en su momento que el Plan de Desarrollo Rural (PDR) de Extremadura fuese coherente y complementario con el nacional de cara a facilitar la puesta en marcha de la Ley de Integración Cooperativa y la creación de Entidades Asociativas Prioritarias (EAP), de forma que existiese una discriminación positiva en concurrencia competitiva para socios y cooperativas que se constituyan en EAP.

¿Y sobre el plan de integración de Extremadura?

El Plan de Integración de Cooperativas de Extremadura está pendiente aún de cerrarse y es fruto de un gran trabajo por parte del Gobierno regional y de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura. Su objetivo es potenciar este sector en la región y recoge medidas que van desde el ámbito jurídico, fiscal y laboral hasta la modificación de normativas de las bases reguladoras de ayudas públicas, pasando por la creación de una oficina de dinamización de la integración cooperativa y una serie de apoyos a las inversiones para la integración e incentivos a la fusión.

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