La quema de restos de cultivo de arroz cuenta ya con un procedimiento recomendado

A iniciativa de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, se ha propuesto un procedimiento de quema de restos de cultivo de arroz, ante los datos del Servicio de Sanidad Vegetal de dicha dirección general y del conocimiento existente en la actualidad para el control de las fisiopatías producidas por acumulación de materia orgánica sin descomponer en el suelo

El arroz presenta unas características diferenciales respecto al cultivo del resto de cereales, dada su localización en terrenos inundados y poco permeables que confieren y mantienen durante meses una alta humedad en los rastrojos y en la paja sobrante de la cosecha, que los productores tratan periódicamente de retirara para evitar casos de fisiopatías conocidas como akiochi y akegare, así como otras anomalías radiculares. Cuando no se controlan estas fisiopatías hay que recurrir a secas energéticas, lo que conlleva un mayor consumo de agua. La pérdida de la lámina de agua beneficia la invasión de malas hierbas, que hay que combatir con el uso de herbicidas y más labores agrícolas que implican un mayor consumo energético.

Una de las medidas utilizadas para la eliminación de los restos de cosecha en el cultivo del arroz consiste en la quema de estos para evitar así una excesiva presencia de materia orgánica sin descomposición en el momento de la nueva siembra. Sin embargo, la quema de restos agrícolas está prohibida, según el decreto de Plan de Lucha contra Incendios Forestales.

Por eso, la Dirección General de Agricultura y Ganadería ha propuesto un procedimiento de quema de restos de cultivo de arroz, ante los datos del Servicio de Sanidad Vegetal de dicha dirección general y del conocimiento existente en la actualidad para el control de las fisiopatías producidas por acumulación de materia orgánica sin descomponer en el suelo, se recomienda un procedimiento de realización de la quema de restos de cosecha del cultivo de arroz en Extremadura, que no afecta al rastrojo del arroz.

Así, la quema de restos de cosecha en arroz se recomienda que se realice bajo la supervisión del técnico asesor de la explotación y se recomienda se observe un protocolo de actuación concreto que contempla, entre otros aspectos, que en una unidad continua de cultivo delimitada en su totalidad por un perímetro de balates, los retos de cosecha no se deberían quemar con una frecuencia inferior a un año sí, otro no, de cultivo consecutivo de arroz.

Los restos de cosecha se conformarán en bandas de un metro de ancho y la quema se realizará exclusivamente sobre los restos acumulados en estas bandas. En ningún caso la superficie total de bandas superará el 15% de la unidad de cultivo. Para realizar la quema y evitar daños al rastrojo, éste deberá estar húmedo y la operación quedará reflejada en el Cuaderno de Explotación, especificándose en el apartado destinado a las labores “quema de restos de cosecha”.

Con el fin de proteger la fauna y biodiversidad de la zona arrocera, los técnicos de la explotación procurarán que esta labor se realice de forma escalonada en el conjunto de explotaciones a las que asesoran. Y en todo momento se atenderán las indicaciones reflejadas en el Plan Infoex.

La quema de restos de cultivo de arroz cuenta ya con un procedimiento recomendado

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