“Los pecios están por los suelos y eso hace que la situación del sector sea mala. Muy mala”

ENTREVISTA. Juan Pérez Ayuso, presidente de la Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura

Juan Pérez Ayuso tiene una dilatada trayectoria profesional vinculada al aceite de oliva. Gerente de la Cooperativa Del Campo San Pedro, en Guareña (Badajoz), es también el presidente de la Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura. Desde la experiencia, habla en esta entrevista de la situación de este sector, en un momento en el que los precios en origen lastran la rentabilidad de los olivareros, y de los retos que tienen por delante.

Está terminando la campaña de aceite de oliva ¿qué balance realiza?

La actual campaña de aceite de oliva está siendo muy buena en cuanto a calidad, aunque en producción va a ser menor a las previsiones iniciales que teníamos. Estimamos que la cosecha final será un 20% inferior a lo que se esperaba, por lo que rondaremos las 52.000 toneladas aproximadamente haciendo un cálculo rápido.

Esta situación se debe fundamentalmente a las heladas, que se han llevado entre un 15 y 20% del peso de la aceituna, ya que no se puede extraer la totalidad del aceite de una aceituna helada, porque hay una parte en las venas que se queda congelada que no se puede extraer.

Además, el desarrollo ha sido algo irregular. Lo normal es que la campaña se desarrolle desde principios de diciembre hasta mediados de febrero, pero esta campaña es más corta por el buen tiempo que hacía, de forma que para la víspera de Nochebuena, que comenzaron a registrarse lluvias, teníamos ya sobre el 75% de la aceituna recogida.

Así que en pocos días se ha juntado toda la recolección.

Sí, con los problemas que ello ha conllevado en cuanto a capacidad. Al juntarse la recolección tanto en tan poco tiempo llega un momento en que no hay capacidad para almacenar. No es lo mismo hacer la recolección en dos meses y medio, en los que se pueden ir planteando ventas, que en 15 días se llene la bodega y tengas que vender sin más porque hay que seguir molturando.

Entonces, ¿qué puede decirnos de los precios?

Los pecios están por los suelos y eso hace que la situación del sector sea mala. Muy mala. Además, han ido bajando desde que se inició la campaña hasta ahora mismo. Frente a ello, tenemos unos costes cada vez son más altos, con previsión además de que sigan aumentando, como ocurre por ejemplo con la electricidad, donde los olivareros están soportando una tremenda subida en la cuota de potencia para poder regar, incrementando la factura de electricidad en un 25% aproximadamente.

Pero Grecia e Italia tienen menos cosecha, ¿eso no debería hacer que los precios aumentaran?

Sería lo normal, pero el sector está descapitalizado totalmente. No hay dinero para comprar aceite, hay mucha gente asfixiada que vende a bajos precios con tal de que le paguen… Así que el mercado está rarísimo, con unas variaciones importantes en las operaciones, que oscilan entre los 1,92 euros y los 2,28 euros, dependiendo del aceite, de las retiradas, de los pagos…

Ahora mismo se pueden encontrar operaciones de venta de aceite por 2,28 euros, pero suministrando el aceite a lo largo de cuatro meses. Operaciones a largo plazo que dan la sensación de que hay cierta intranquilidad entre los envasadores porque el precio pueda rebotar en determinados momentos.

¿Cómo se podría mejorar todo eso?

Es algo muy difícil. Porque para mejorar precios no hay más que una solución y es establecer un precio para que el olivarero pueda tener medianamente una rentabilidad y no vender por debajo de eso. Pero los agricultores necesitan dinero, los bancos no facilitan dinero,… y todo se complica con la actual situación de crisis.

¿Dónde está la rentabilidad del sector entonces?

La rentabilidad de las explotaciones es totalmente nula ahora mismo y no creo que el sector pueda aguantar un par de años más en estas circunstancias. Lo única solución que nos queda es la modernización de las explotaciones y la integración cooperativa.

¿Es usted partidario de la integración cooperativa en el sector del aceite de oliva?

Creo que lo único que daría algunas posibilidades al sector sería su unión. Somos muchos a vender aceite y pocos a comprar. Es la primera ley de oferta y demanda que marca lo que está pasando también en el sector, con los bajos precios que se pagan.

Que se pudiera hacer en España varios grupos grandes, similares al de Hojiblanca, que controlen un porcentaje importante y que se puedan imponer a las grandes cadenas de distribución sería una opción muy interesante desde mi punto de vista.

En este sentido, el sector ha intentado reactivar la Compañía Española de Comercialización de Aceite S.A. (CECASA)

Sí, tras crear CECASA para intentar contrarrestar el dominio en los mercados de los grandes grupos de distribución, quedó en suspenso por una denuncia del Tribunal de la Competencia. Ahora, el Supremo da la razón a los productores y se puede poner en marcha.

Cooperativas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura nos hemos reunido para reactivarlo, porque puede ser rentable como un elemento más de demanda y frente a la atomización de la oferta. CECASA está ahora activa y en cualquier momento puede operar en el mercado del aceite.

Hablemos ahora de comercialización, ¿cómo se está dando en el sector del aceite de oliva?

Mal, porque influyen numerosos condicionantes. El año pasado, por ejemplo, arrancamos con buenos precios, vendiendo a 3,18 euros, pero lo terminamos con 2,04 euros, porque Grecia tiró el mercado al suelo al vender a precios muy bajos, al necesitar liquidez por su situación económica, y contra eso no podíamos pelear.

En cuanto a exportación, hay una serie de países donde el aceite de oliva está ya introducido y otros que están aumentando el consumo, pero sigue siendo bajo. Interesa más el mercado nacional, que consume 650.000 toneladas de aceite de oliva y ojalá duplicara.

Se puede decir entonces que la comercialización es uno de los retos que tiene por delante el sector. ¿Hay alguno más?

La comercialización, los precios y la modernización de las explotaciones. Hay que actualizar todas las plantaciones que tengan posibilidades, con tierra buena y agua abundante. De lo contrario, en unos años, sólo tendremos miseria. Así que hay que caminar hacia dos objetivos muy claros: aumentar la producción y abaratar los costes.

¿Qué tipo de aceite se consume más en Extremadura?

Los vírgenes han avanzado considerablemente sobre los olivas en los últimos años. Pero hay un problema fundamental y es la confusión que aún persiste en el consumidor sobre las calidades de aceite. Hay que dejar de lado adjetivos confusos como intenso, suave… y simplificar al consumidor su elección: mezcla de oliva con refinado, virgen y virgen extra. Además, debería haber una legislación que sancionara realmente su incumplimiento en cuanto al etiquetado del aceite.

¿Qué opina sobre la prohibición de las aceiteras rellenables?

Es una buena medida en cuanto a higiene, que no beneficia a productores ni a envasadores, sino al consumidor, que sabe qué está tomando. La norma consiste sola y llanamente en sustituir las aceiteras rellenables que se ponen a disposición de los clientes en los establecimientos de restauración y hostelería por un envase debidamente etiquetado y provisto de un tapón irrellenable, siempre que el producto que contenga sea algún tipo de aceite de oliva, es decir virgen extra, virgen o mezcla de virgen con refinado.

“Los pecios están por los suelos y eso hace que la situación del sector sea mala. Muy mala”

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