La producción de miel de Extremadura, representa más del 17% de la producción nacional, que es de 33.000 toneladas, situándola así como la tercera comunidad autónoma en cuanto a producción de miel en España. Asimismo, Extremadura es la región que ha producido mayor cantidad de miel de la variedad milflores, en concreto el 33% de la cera nacional, y de polen, el 29,9%, durante el año 2011.
Las cooperativas que forman parte de la Sectorial Apícola de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, aglutinan algo más del 52% de los apicultores de la región, en torno a 832. Y el 55% de la producción total que en 2011 produjo casi 3 millones de kilos de miel.
Este sector está atravesando por una situación de amenaza continua provocada por la convergencia de varios factores. En primer lugar la falta de regulación en los mercados afecta muy negativamente a este sector, ya que se está permitiendo la entrada de miel procedente de terceros países como China, a precios muy inferiores a los nuestros y con calidades muy inferiores.
En segundo lugar es necesario destacar que los recortes en las ayudas al sector, como el sufrido por la “La prima por polinización” que es del 40%, afecta a las cooperativas al ser éstas la beneficiarias, y por tanto a los apicultores directa e indirectamente al ser socios de cooperativas. Pero aquí no acaba, ya que la administración autonómica ha anunciado su intención de eliminar esta ayuda para el año próximo.
Por último hay que añadir la grave sequía que se ha sufrido durante el invierno y primavera pasados, a lo que se une la crisis económica, que afecta al consumo nacional. La sequía afecta al sector apícola de forma muy importante, porque las abejas necesitan el polen que extraen de las flores, si no llueve y no hay floración las abejas no tienen alimento.
Se puede suplementar la alimentación con glucosa, pero el inconveniente es que supone más gastos, aparte de que las abejas necesitan proteínas que proporciona el polen y la glucosa no. Por tanto se ha producido un deterioro de la salud de las abejas, traduciéndose en altas mortandades, lo que ha llevado a que un gran número de colmenas se hayan dedicado a la producción de abejas y no de miel.
Esta situación ha provocado la pérdida en su totalidad de toda la cosecha de primavera, y por tanto también la de polen. Gracias a las últimas lluvias de primavera se ha podido recuperar algo de la cosecha de verano, pero la producción anual bajará en torno al 50% con respecto a un año climatológicamente normal.
La bajada de producción no solo implica unos ingresos menores para el sector apícola, suponen también un aumento de los costes de producción, ya que es necesario desplazar las colmenas con mayor frecuencia y buscar nuevos asentamientos para que se puedan alimentar.
Desde el punto de vista comercial, las cooperativas se ven muy perjudicadas por la bajada de las producciones, ya que toda se exporta a Alemania, Francia o Japón, países con los que hay adquiridos unos compromisos de entrega que si no se llevan a cabo supondría la pérdida de clientes.
Este sector está atravesando en la actualidad momentos delicados, al igual que el resto de los sectores agrarios. Por ello, desde Cooperativas Agroalimentarias Extremadura se sigue trabajando para apoyar y ayudar a las cooperativas apícolas, y a todas las demás, desde cada una de las sectoriales y grupos de trabajo.
