“Lograr la consolidación del precio del cordero pasa por la estabilización de la producción y la salida al mercado internacional”

ENTREVISTA. Marco Antonio Calderón es el presidente de la Sectorial de Ovino-Caprino de Cooperativas Agro-alimentarias, tanto a nivel nacional como regional, y presidente de la Interprofesional del Ovino y Caprino, Interovic.

En primer lugar, para hacernos una idea general, quería preguntarle por la situación del sector, ¿cómo está ahora mismo el ovino y el caprino?

El sector del ovino está, respecto a años anteriores y  en cuanto a precios de venta, un poco mejor. Pero es una situación de mejora "encubierta", por así decirlo, por el precio de la piel, que ha pasado de algo más de 3 euros en enero de 2010 a los 19 euros actuales, cuando lo importante sería tener una mejora por el precio de la carne y por el aumento del consumo porque la piel es moda y en cualquier momento deja de serlo y tenemos una nueva caída de precios.

Este incremento del precio de la piel repercute bastante en el precio del cordero, así que los ingresos del ganadero son más altos, lo que le permite simplemente seguir en la actividad y que no hayan desaparecido más explotaciones de las que ya lo han hecho. Porque esa mejoría transitoria se la va a llevar la subida constante de los costes de alimentación, a lo que se une ahora la situación de sequía, que hace que no haya pastos y que el precio de la paja tenga ya un precio desorbitado.

Esto le afecta también al sector del caprino, donde además el precio de la leche está estancado, mientras que el precio del cabrito continúa bajo.

De tal modo, a pesar de ello, no podemos hablar de una recuperación del sector.

No, porque eso se daría cuando el consumo de la carne se incrementara o el precio de venta mejorara. Pero es que no se da ninguna de las dos circunstancias. Al contrario, cada día se consume menos cordero y el precio no mejora. Así que no se puede decir que haya una consolidación del ovino, sino sólo una leve mejora por el precio de la piel, que se debe a la demanda de China de la piel de cordero merino que tenemos y que es la mejor del mundo.

¿Y qué tal está funcionando el subsector de la lana?

En los últimos tres años hemos tenido buenos precios en comparación a años anteriores, aunque tampoco es la panacea cobrar dos euros por kilo de lana y, por tanto, cinco euros por oveja, que te da dos kilos y medio, cuando esquilarla cuesta dos euros. Aunque no es un ingreso muy importante para una explotación, el precio de la lana respecto a otros años está bien, y esto se debe a la exportación.

Y es que la agrupación de los productores en el comercio de la lana nos ha permitido abordar el comercio internacional, salir fuera a vender, tener más opciones de venta. Y eso evidentemente mejora al final el precio aquí. Si un mercado de fuera está organizado afecta al interior, y viceversa.

Sin embargo, las previsiones para la próxima campaña son un poco inciertas, porque no se ve la misma solidez en los precios que se veía el año pasado ya por esta época, cuando el inicio del esquileo es inminente, en abril.

Hablaba antes del consumo interior de carne, ¿quizás las exportaciones son la solución a ese descenso?

La exportación, sí o sí, es imprescindible en este sector. Pero la solución para lograr una consolidación del precio del cordero pasa por dos vías: la estabilización de la producción y el mercado internacional. La primera se refiere a que hay que no haya unos picos importantes de producción en una determinada época. Es algo muy difícil en ovino, pero  hay que intentar tener una producción lo más lineal posible todos los meses. Para eso hay que trabajar con el ganadero y ahí la labor de las agrupaciones de productores y de las cooperativas es muy importante, porque están trabajando ya en limar esos picos productivos para facilitar y estabilizar el mercado de la carne utilizando determinadas técnicas que existen para ello, que son costosas y que se les puede financiar.

La otra vía es el comercio internacional. El consumo interno está descendiendo, proporcionalmente más de lo que lo está haciendo el censo y la producción de ovino, así que hay que salir y ya se está haciendo. Las cooperativas Oviso y Oviaragon-Grupo Pastores han constituido la comercializadora Oviespain, que tiene como objetivo abordar el mercado de manera conjunta. Todos los corderos van al mismo centro de tipificación para salir a la exportación. Así, de forma conjunta se puede acceder  a otros mercados, como son los árabes, que de forma individual es más complicado.

El papel de la integración para la producción y comercialización de ovino ha sido importante entonces.

Sí, ha sido y es fundamental. Si no se dispone de cierto volumen es muy difícil abordar determinadas cuestiones, como abordar un mercado estable. Hay cadenas de distribución que quieren el mismo número de corderos a lo largo del año al mismo precio. Y eso sólo es posible ofrecerlo si se tiene un determinado volumen, porque es lo que te da esa determinada producción de corderos a precio fijo. También te permite acceder a los mercados internacionales; no es viable que de forma individual se pueda cargar, por ejemplo, un barco de corderos vivos con destino a un mercado extranjero.

Por tanto, para llegar al mercado internacional es necesario tener volumen y el volumen se logra con la unión. Es fundamental para todo que los ganaderos estén agrupados y en este sector muchísimo más, porque son producciones a lo largo de todo el año y la agrupación en torno al cordero permite mantener en cierta medida los precios.

¿Cómo ve el futuro de las cooperativas de ovino y caprino?

Creo que va a ser bueno en los próximos años. Uno de los motivos de ello viene impulsado por las políticas de los últimos años de apoyo e incentivación a la agrupación, que está haciendo que ganaderos inicialmente reacios a incorporarse a una cooperativa se unan a ella por la seguridad que les ofrece de coro y de precios y por sus importantes servicios técnicos y veterinarios.

Así que creo que el mundo cooperativo del ovino y caprino, más quizás en el ovino, va a seguir creciendo y va a ser positivo en los próximos años. Más aún si la PAC dejara una mínima parte de su presupuesto para combatir la atomización de la producción que tenemos. Si tenemos ese problema diagnosticado, habrá que ponerle remedio para que sea cada vez menor y eso sólo se consigue uniéndose en agrupaciones de productores o cooperativas.

También necesitamos repercutir en el precio la subida de los costes de alimentación, que yo creo que no es ya un problema estructural, porque es un problema que viene alargándose en los años. Esperemos que se pueda compensar ahora con las exportaciones de las que hablábamos.

Ha mencionado antes la PAC, ¿cómo cree que puede afectar el planteamiento de la nueva PAC al sector del ovino y caprino?

Ahora mismo no hay una certeza de cómo va a salir la situación. Se habla de la ayuda a la superficie, pero va a depender mucho de si se regionaliza o no, si se tipifican esas hectáreas, cuántos tipos de hectáreas va a haber... El ovino tiene la dificultad de que hay una parte que no tiene superficie en propiedad, aunque sí dispone de ella, porque el ovino de producción de carne es de extensivo, o sea que ese ovino está en alguna superficie pastando. Pero la propiedad de la superficie y del ganado no es de la misma persona. Así que pedimos que esa ayuda a la hectárea de pasto sea declarada por los titulares de explotaciones de ganado en extensivo.

Por otro lado, creo que es muy importante que la PAC tenga en cuenta otras prioridades del sector y que fomente la agrupación de productores, la comercialización, luchar contra la atomización y primar la producción de calidad. Es decir, que contemple medidas que servirán para reestructurar de forma real el sector.

¿Cómo van los trabajos entorno a la Extensión de Norma para el sector de ovino y caprino?

A finales de febrero presentamos al Ministerio de Agricultura la propuesta, que cuenta con el acuerdo unánime del sector y que contempla una aportación por parte de los productores y de los comercializadores de la carne a partes iguales, 5 céntimos cada uno, afectando a oveja, cabrito o cabra, cualquier animal de la especie ovino-caprino que se sacrifique. Se aplicaría en tres años, desde junio de 2012 hasta junio de 2015 y supondría una recaudación estimada de 3,5 millones de euros en ese tiempo.

Sí es verdad que su puesta en marcha y desarrollo va a ser una tarea laboriosa para la Interprofesional, que es quien recaudaría ese dinero a través de los mataderos, que es por donde pasan todos los corderos. Pero dará la oportunidad de lanzar los objetivos con los que se crea, que son la promoción, investigación y difusión del conocimiento del sector.

¿Qué predisposición hay por parte del Ministerio y para cuándo se espera una respuesta?

Hay una predisposición buena, porque ve bien la iniciativa, así que espero que lo apruebe, porque el sector está totalmente convencido de que lo necesita. Aunque no tenemos fecha concreta para obtener una respuesta, contamos con que se produzca antes de junio, que es cuando se plantea el inicio de su aplicación.

“Lograr la consolidación del precio del cordero pasa por la estabilización de la producción y la salida al mercado internacional”

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