Estos importantes incrementos se deben a los cambios institucionales y la profesionalización y concentración de los agricultores productores de tomate
La producción de tomate para industria en España está concentrada principalmente en tres zonas del país: en Extremadura (Vegas del Guadiana), en Andalucía y en Navarra-Aragón (Valle del Ebro). Extremadura concentra más del 70% de la superficie y producción de toda España en Extremadura.
La superficie y la producción de tomate para industria en Extremadura en los últimos 23 años ha experimentado una gran evolución, pasando de las 9.858 hectáreas en 1987 a las 24.034 hectáreas en 2010, multiplicándose por tanto por dos. La producción en este mismo periodo de tiempo ha pasado de 518.937 toneladas en 1987 a un total de 1.643.071 toneladas en el año 2010, produciéndose un incremento de más de tres veces con respecto a esas producciones iniciales de 1987.
Estos importantes incrementos pueden explicarse principalmente por dos motivos: los cambios institucionales y la profesionalización y concentración de los agricultores productores de tomate.
Respecto al primer motivo, los cambios institucionales, se iniciaron con la integración de España en la Unión Europea en el año 1986, cuando se le marcó un periodo transitorio de 7 años hasta la plena integración de este sector en las Unión Europea en el año 1993. Cuando España entró en la Unión Europea se le fijó una cuota de 667.000 toneladas de tomate fresco para industria durante cuatro años hasta 1990; a partir de este año y hasta 1999 se le aumentaba la cuota hasta alcanzar 1.004.830 toneladas. Esto ocasionó el incremento de la producción con respecto a los años anteriores pero aún así este crecimiento estuvo encorsetado por las cuotas.
La producción extremeña ha ido adquiriendo cada vez más peso dentro de la producción nacional, aún siendo siempre la principal zona productora. Así en 1987 Extremadura representaba el 60% de la producción nacional, en 1997 era el 64% y en 2009 pasó al 70%, valores que se mantienen en la actualidad.
La superficie se incrementó durante la década de los 80 estabilizándose en la de los 90 y de nuevo se incrementó en la década del 2000. Este incremento va ligado a las ayudas y al buen comportamiento del cultivo, aunque a mediados de la última década hubo un descenso de superficie y producción ocasionado por los mercados del tomate concentrado ya que había más oferta que demanda.
Los rendimientos de este cultivo han experimentado una gran evolución, pasando de las 42 toneladas por hectárea de media en Extremadura en 1987 a las 54 toneladas en 1999, mientras que en 2010 se alcanzaron de media las 70 toneladas por hectárea. Desde la integración de España en la Unión Europea se ha producido un incremento de 30 toneladas por hectárea.
