La iniciativa va a permitir a las cooperativas, y a los socios en sus hogares, acceder a precios de energía más competitivos y estables
El grupo cooperativo Viñaoliva ha dado un paso decisivo en su forma de entender el cooperativismo al poner en funcionamiento un proyecto cooperativo interno de eficiencia energética llamado Unidad Centralizada de Energía que va a permitir a las cooperativas y a sus socios ahorrar costes en la factura de la luz, aprovechar mejor sus recursos y reforzar la sostenibilidad en el campo extremeño. Una iniciativa innovadora que transforma un coste fijo en una oportunidad de crecimiento y hace que el ahorro puede convertirse en una herramienta para crecer, competir y dar más estabilidad a la agricultura de la región.
La iniciativa va a permitir a las cooperativas, y a los socios en sus hogares, acceder a precios de energía más competitivos y estables combinando dos aspectos clave: la negociación conjunta de las compras de electricidad en el mercado y la optimización en el reparto de excedentes de autoconsumo de sus cooperativas. Además, aquellas cooperativas que produzcan su propia energía podrán compartir sus excedentes con otras, generando un beneficio colectivo que repercutirá directamente en el ahorro de todo el grupo.
“Es un proyecto pensado para los socios, para sus cooperativas y para sus entornos. Hoy tratamos de ahorrar, pero mañana podremos invertir en mejorar y dar aún más valor a lo que producimos”, señalan desde Viñaoliva.
Para las cooperativas y sus socios va a suponer una reducción de costes energéticos, mayor estabilidad en sus cuentas y más capacidad de reinvertir en sus explotaciones.
Este proyecto ya es una realidad desde el pasado mes de julio. El primer paso lo ha dado la propia Viñaoliva, que ya está reconocida para operar en el mercado eléctrico. Ahora, poco a poco, sus cooperativas se están incorporando bajo su representación.
De esta manera, Extremadura, a través de Viñaoliva, vuelve a sacar pecho al demostrar que se puede innovar desde el modelo cooperativo, generando empleo y valor añadido sin que los beneficios se vayan fuera. Para los consumidores finales va a implicar un acceso a productos elaborados de forma más sostenible y responsable, reforzando así la confianza en el origen del campo extremeño.
Este nuevo proyecto, Unidad Centralizada de Energía, forma parte de la estrategia de innovación cooperativa y social de Viñaoliva que refuerza su propósito de construir un campo extremeño más estable.
“Crecer no significa tener que irse de Extremadura. Crecer es quedarnos, para que nuestras familias y los que vienen detrás puedan seguir viviendo de la agricultura en nuestra región”, remarcan.