Asentada en el equilibrio y la personalidad, eleva el posicionamiento de la marca y transmite la elegancia del buen vino ‘Marqués de Villalba’ y ‘Castillo de Villalba’
La Sociedad Cooperativa Montevirgen, sita en Villalba de los Barros (Badajoz) es el fruto de una armoniosa combinación entre tradición y modernidad que ahora ha trasladado a la nueva imagen de sus vinos, aunando el arraigo a la tierra y la calidad del producto.
Unos vinos, comercializados bajo la marca ‘Marqués de Villalba’ y ‘Castillo de Villalba’, que fueron de los primeros que se embotellaron en Extremadura, en el año 1979 y que reflejan la calidad y el compromiso social de esta cooperativa y de todas sus personas asociadas, que apuestan por la calidad en la producción como contribución al desarrollo local de Villalba de los Barros.
La nueva imagen de los vinos de la cooperativa Montevirgen tiene personalidad, equilibrio y exclusividad, ya que se basa en elementos diferenciadores, pero manteniendo la misma esencia de siempre para elevar el posicionamiento de la marca y transmitir la elegancia de un buen vino, que comercializa también a través de su propia tienda online en www.montevirgen.com
“Es el resultado de mucho tiempo de trabajo invertido en un cambio de imagen para obtener lo que buscábamos. Todas las personas que formamos la cooperativa hemos puesto un gran empeño en ello, para combinar tradición y modernidad, además del arraigo a la tierra que tenemos. Ahora contamos con una imagen muy nuestra, que tiene su sentido y que se basa en nuestro pueblo”, explica la directora de la cooperativa Montevirgen, María Luisa Regaña.
Ese sentido se asienta en las raíces de la propia cooperativa y en el sentimiento de pertenencia a la cooperativa Montevirgen y a la localidad de Villalba de los Barros, en pleno corazón de la comarca Tierra de Barros, “para que todos seamos, a través de los vinos de Montevirgen, nuestros propios embajadores y participemos de todas las potencialidades que tenemos”, agrega Regaña.
De este modo, la nueva imagen que los vinos ‘Marqués de Villalba’ y ‘Castillo de Villalba’ lucen ya en sus etiquetas, se fundamenta en elementos identificativos y exclusivos de Villalba de los Barros, como es la imagen del castillo de la localidad, que se levanta sobre una fortaleza almohade y está declarado Bien de Interés Cultural. Se conserva la hoja de higuera, que hace alusión a los orígenes de la población y está más presente en su imagen la palabra ‘Montevirgen’, nombre exclusivo de Villalva de los Barros, que da nombre a su patrona y que cuenta con un bello convento de origen franciscano y estilo alcantarino, único en Extremadura de esas características.
Esta nueva apariencia se aplica a todos vinos de la cooperativa Montevirgen, que realiza así una renovación completa a sus productos manteniendo la misma calidad y combinando dos líneas con una imagen relacionada entre sí, diferenciada por las tonalidades de los colores, los fondos y los acabados de las etiquetas.
Por un lado, mantienen una imagen clásica, aunque renovada. Conserva elementos y colores de la anterior imagen, transformada ahora para lograr esa nueva singularidad. “Tampoco queríamos romper con todo lo anterior para no despistar a los consumidores fidelizados, los que reconocen la calidad de nuestros vinos, aprovechando ese potencial y esa garantía que damos de calidad, tradición y cosas bien hechas”, subraya la directora de la cooperativa Montevirgen.
Con ello, los vinos lucen también otra imagen más moderna, con colores más frescos pero relacionada visualmente con la antigua para mantener esa vuelta al origen, poniendo en valor la historia de la localidad y de la propia cooperativa, que las hacen únicas. Se incluyen nuevas referencias, como los vinos semidulces, dirigidos a los consumidores que se inician en el vino.
“Estamos en un cambio de época, en la que nos enfrentamos a muchas amenazas y debilidades, pero es nuestra obligación aprovechar las fortalezas y oportunidades que tenemos para cambiar el paradigma y contribuir al fomento de la cultura de vino”, afirma la directora de la cooperativa Montevirgen, que incide así en la importancia de fomentar el sentimiento de arraigo a la tierra y poner en valor las potencialidades del sector y de la propia cooperativa, con esa trayectoria única y singular que tanto ha aportado a los vinos extremeños.
Trayectoria única
La nueva imagen de los vinos de la cooperativa Montevirgen se presentó durante un acto celebrado el 18 de marzo que resaltó el compromiso social y la contribución al desarrollo local de dicha cooperativa, fundada en 1962 por 46 agricultores de Villalba de los Barros. Hoy son casi 600 socios, cifra que da buena cuenta del crecimiento exponencial como empresa.
Además de contar en su trayectoria con los primeros vinos embotellados en Extremadura, fue la primera bodega extremeña en obtener un reconocimiento internacional a la calidad de dichos vinos, en la cata-concurso internacional de vinos Intervin, celebrada en 1988 en Barcelona. También fue de las primeras bodegas en elaborar un vino semidulce, que se dejó de comercializar después porque el perfil del consumidor de vino en aquella época no es el mismo que el actual, que sí demanda este producto.
Fruto de su trayectoria y del compromiso con el sector vitivinícola de la región, la cooperativa Montevirgen fue pieza fundamental en la fundación, en el año 1997, de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, siendo precisamente su primer presidente Pedro Collado Sánchez, gerente entonces de la cooperativa.
