Cooperativas Extremadura solicita la bajada de módulos en el IRPF 2019

Cereales de invierno, fruta, vacuno y apicultura son algunos de los sectores que han registrado una importante reducción de su producción y para los que se pide un descenso en su fiscalidad a fin de mejorar la renta de agricultores y ganaderos

Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha solicitado al Ministerio de Hacienda, a través de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, la bajada de los índices que se aplicarán a diversas producciones en estimación objetiva de la declaración de la renta del año 2019 con el fin de adecuar la fiscalidad de aquellos agricultores y ganaderos en estimación objetiva a la realidad de sus producciones.

La federación que aglutina a las cooperativas de la región considera que el año 2019 ha sido, desde el punto de vista meteorológico, muy negativo por la permanente sequía registrada durante todo el año y temperaturas superiores a las medias normales. Una situación que ha afectado, en general, a todas las producciones agrarias y, en especial, a los cultivos de secano y la ganadería.

Esta situación se suma a la crisis de precios que sufre el sector agrario extremeño y el encarecimiento de determinados suministros, que ha sido del 3% en el caso del gasóleo, del 5% en los abonos y del 4% en las semillas en el último año, llevando todo ello a un descenso considerable de la renta de los agricultores y ganaderos extremeños

Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura solicita así la bajada de módulos en el IRPF 2019 de sectores como los cereales de invierno, cuya producción descendió en la campaña pasada más de 34% respecto al año anterior y cerca del 29% respecto a la media de las tres últimas campaña por las condiciones meteorológicas registradas en un año muy seco que ha impedido que el cereal recibiera agua en el momento en que el cultivo lo necesitaba.

Esa misma sequía ha afectado a la vendimia en Extremadura, con un importante descenso de producción por el estrés hídrico en las vides de secano, ya que la falta de agua provocó un desequilibrio en la planta, que debía nutrirse de sus reservas, originando una escasez y baja calidad del fruto. Por ello, Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura solicita la reducción de módulos en los viñedos de secano tradicionales, que son los afectados, del mismo modo que sucede en el olivar tradicional de secano. Este cultivo también ha sufrido los efectos de la sequía, desequilibrando la actividad fisiológica normal del olivar, al sobrevivir con unas reservas de agua cada vez menores y provocando que la floración y el fruto no fuesen de la cantidad y calidad debida.

También se solicita la bajada de los módulos en la declaración de la renta del año 2019 para los productores de almendro, brócoli y, en el sector de la fruta de hueso, para los de ciruela y cereza, afectados estos dos últimos cultivos por importantes tormentas que mermaron considerablemente la producción al darse en el momento óptimo de maduración de la fruta y motivando que el fruto afectado no pudiera recuperarse.

En el caso de la cereza se perdió el 45% de la cosecha pendiente de recolectar por una tormenta de granizo en el municipio de Tornavacas mientras que en el caso de la ciruela se vieron afectadas más de 7.000 hectáreas en las Vegas del Guadiana y en la del Alto Rueca. Esta producción de ciruela se consideró no comercializable, pero tampoco estaba cubierta por el seguro por lo que la producción se abandonó en el campo con el destacado impacto económico para los agricultores.

Ganadería

La bajada de módulos en el IRPF 2019 se solicita también para la ganadería en extensivo, en la que los efectos de la sequía durante este año han sido catastróficos. La escasez de lluvias en la primavera no permitió un desarrollo correcto de los pastos, que fueron escasos y de mala calidad, ocasionando que los ganaderos tuviesen que suplementar durante la mayoría de los meses del año.

A ello se suma el importante problema que suponía que muchas zonas se quedasen sin agua para que el ganado pudiese beber, con charcas y abrevaderos naturales secos, obligando a los ganaderos a comprar agua y asumir costes de entre 80 y 100 euros por cada cisterna de 15.000 litros de agua.

Asimismo, la falta de agua ha llevado a una menor oferta de alimentos forrajeros y una mayor demanda de estos, con un encarecimiento de los alimentos suplementarios. Así en el sector ovino se aportó entre 0,4 y 0,7 kilos por día y animal a un coste 0,37 euros por kilo, mientras que en vacuno el consumo es de aproximadamente de unos 2,5 kilos por vaca y el mismo coste del kilogramo de tacos. En cuanto al precio de la paja y forraje, se han multiplicado considerablemente, siendo de 0,096 euros por kilo de paja (el año anterior era 0,05 €/kg) y de 0,12 euros por kilo de heno (frente a los 0,09 €/kg del año anterior).

Junto al ovino y el vacuno, el sector apícola es uno de los más afectados por la sequía extrema registrada en 2019. Este sector ha tenido una de las peores campañas de los últimos años por las consecuencias de la sequía: una enorme escasez de flora melífera que ha mermado la producción apícola en un 40% en polen respecto a una campaña normal, en un 90% en mieles claras y en un 70% en mieles oscuras.

A esto hay que sumar la reducción de las poblaciones de abejas de entre un 20 y 30%, el incremento de los efectos de la varroa por falta de efectividad de los acaricidas empleados, así como la aparición de la avispa asiática sobre todo en el norte de la península donde, también, trashuman los apicultores extremeños.

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