El mantenimiento de instalaciones petrolíferas permite evitar la degradación del gasóleo por presencia de agua en los depósitos

Se debe realizar de forma periódica limpieza de tanques para eliminar depósitos de microorganismos y usar aditivos con actividad biocida tanto de forma preventiva

En las instalaciones petrolíferas, además de realizar las revisiones e inspecciones que exige la normativa en materia de seguridad según el Real Decreto 2201/1995, de 28 de diciembre, y recogidas en las Instrucciones Técnicas Complementarias MI-IP-04, es necesario realizar otras operaciones para el correcto mantenimiento de las mismas, y evitar problemas como la contaminación del gasoil por microorganismos debido a la presencia de agua.

Inevitablemente, el agua llega al interior de los depósitos, pero no como piensan algunos “porque el gasóleo está adulterado”. El aire atmosférico contiene humedad, que debido a las diferencias de temperatura entre día y noche provoca que se condense en las paredes de los depósitos y precipita, cayendo al fondo de los mismos. También puede entrar por filtraciones de agua desde el exterior por problemas de estanquidad, etc. Además es necesario señalar que el propio gasoil tiene agua en disolución que forma parte del mismo y que se puede liberar debido a la actividad metabólica microbiana.

Una vez que entra agua en un depósito de gasóleo, por diferencia de densidades pasa al fondo, pero en la zona de contacto entre gasóleo y el agua se forma una capa que se denomina interfase, en la que se producen unas condiciones óptimas para la proliferación de microorganismos que acaban contaminado el gasóleo. Estos microbios están formados por bacterias, hongos y levaduras que forman colonias de hasta 30 especies diferentes, que no solo pueden vivir en el gasoil, sino que además se alimentan de él. A medida que proliferan las colonias de microorganismos, se forman masas gelatinosas de biomasa y lodos, que obstruyen tuberías, filtros, inyectores, bombas, etc.

Pero además, como consecuencia de la actividad microbiana, se producen sustancias biosurfactantes, sulfitos y metabolitos corrosivos, que van destruyendo los distintos componentes metálicos con los que se ponen en contacto. Todo esto junto produce graves daños en las instalaciones petrolíferas, filtros, válvulas, inyectores, etc, que da lugar a distintas averías. Además, la calidad del combustible se ve mermada, afectando por tanto al rendimiento de los motores. Por tanto la contaminación del gasoil por microorganismos supone un desembolso económico, que en algunos casos puede llegar a ser importante, ya no solo para la instalación petrolífera, sino para los usuarios cuyos motores puedan sufrir daños.

La proliferación de bacterias se ha visto incrementada desde hace unos años por varios motivos. Por exigencia de la legislación europea en materia de protección medio ambiental, entró en vigor en España el Real Decreto 1088/2010, que exige a las petroleras que eliminen la incorporación de azufre en el gasóleo A (automoción) y B (uso agrícola y marítimo). El azufre en la atmósfera en determinadas condiciones produce ácido sulfúrico involucrado directamente en la lluvia ácida. Pero este azufre como componente del gasoil es un efectivo biocida.

También por imposición de normativa europea desde el año 2014, se exige la presencia de un 4% de biodiesel en los carburantes actuales, que no deja de ser materia orgánica ideal para alimentar a los microorgasnismos, y que además es un producto muy higroscópico, lo que provoca el agua no quede toda bien separada del gasóleo y en el fondo, sino que facilita su dispersión en el gasóleo.

Así que para evitar los problemas que causan la contaminación del gasoil, lo mejor es realizar medidas preventivas, con una serie de operaciones de mantenimiento. Se pueden realizar extracciones del agua de los depósitos, mediante separadores de fase se pueden separa para luego extraerlos. Existen en el mercado sustancias que añadidas al combustible tiñen el agua al reaccionar para poder distinguir hasta donde llega el nivel.

Por otro lado, se debe realizar de forma periódica limpieza de tanques para eliminar depósitos de microorganismos y productos de su actividad metabólica, así como usar aditivos con actividad biocida tanto de forma preventiva como de tratamiento de choque. Los biocidas son sustancias que matan a los organismos vivos, por distintas modo. Estos productos deben cumplir una serie de requisitos para que sean efectivos, como eficacia rápida en un amplio espectro de microorganismo, baja toxicidad durante su uso, ser solubilidad en agua e hidrocarburos, biodegradabilidad, preservación a largo plazo, precio adecuado, no ser corrosivo, etc.

Por tanto a la hora de adquirir un producto biocida para el mantenimiento de las instalaciones petrolíferas se deben tener en cuenta los siguientes aspectos básicos:

• No debe alterar las propiedades de los combustibles. El combustible debe seguir cumpliendo las exigencias del Real decreto 1088/2010, de 3 de septiembre, y debe estar certificado por ENAC.

• Debe tener una eficacia demostrada y certificada por un laboratorio independiente que acredite la concetración mínima inhibitoria (CMI), tanto de actividad bactericida (CMB), como actividad fungicida (CMF).

• Es necesario realizar una serie de operaciones de vigilancia, tomando muestras y analizando el gasoil para comprobar que los tratamientos son efectivos.

El mantenimiento de instalaciones petrolíferas permite evitar la degradación del gasóleo por presencia de agua en los depósitos

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