Comunicación

Dos de cada diez extremeños son socios de una cooperativa agroalimentaria

Las cooperativas agrícolas y ganaderas de Extremadura son empresas de economía social con un marcado perfil social y vocación de servicio al desarrollo de la región

El cooperativismo agroalimentario es una importante parte de la economía social de Extremadura, donde este movimiento está representado por Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura como federación que aglutina a las cooperativas agrícolas y ganaderas y a su industria alimentaria para impulsar su competitividad.

Esas cooperativas son las empresas de los agricultores y ganaderos extremeños, asociados para producir, comprar y vender de forma conjunta, lo que les permite ganar fuerza para defender y dar más valor a su producción, obteniendo una mayor rentabilidad.

No obstante, no son empresas al uso, ya que tienen un marcado perfil social y un imprescindible papel para la economía y el desarrollo rural de Extremadura, donde vertebran el territorio y generan oportunidades, creando empleo y dando servicios para luchar contra la despoblación.

El desarrollo económico y social de muchas comarcas extremeñas no sería hoy el que es sin las cooperativas agrícolas y ganaderas, que promueven proyectos integradores, sostenibles y modernos, que mantienen infraestructuras, que ofrecen un futuro a los jóvenes en los pueblos, que apuestan por el desarrollo social y económico de su tierra, que impulsan una agricultura y ganadería profesional y respetuosa con el medio ambiente y que atraen y fijan población en el medio rural.

Su compromiso social con el desarrollo de Extremadura es incuestionable, convirtiéndolas en un instrumento clave para dinamizar el medio rural, algo que se refleja en datos como que las cooperativas asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura suman más de 32.000 agricultores y ganaderos. Eso significa que casi dos de cada diez extremeños son socios de una cooperativa agroalimentaria.

A ello hay que sumar los más de 3.100 empleos directos que crean estas mismas cooperativas, empleos de calidad y duraderos que ayudan a que exista desarrollo económico, y con ello población, en los pueblos extremeños. Con todo ello, estas empresas de economía social aglutinan así al 9% de la población activa de la región.

Las cooperativas agrícolas y ganaderas son las empresas más importantes de las zonas rurales. En muchos casos es la única empresa que existe en esas zonas rurales, donde mantienen servicios que ningún otro tipo de sociedad que no sea una cooperativa va a desarrorra y dan trabajo a numerosas familias. Son empresas con vocación de servicio y, por ello, donde hay una cooperativa agroalimentaria hay beneficio para toda la población: económico, laboral y social.

Todo ello se ve acrecentado por la propia esencia de las cooperativas agroalimentarias. Como empresas de economía social que son, las cooperativas agrícolas y ganaderas son modelos de negocio centrados en las personas, responsables con el medio ambiente y comprometidas con el desarrollo de proyectos sociales, que basan su actividad económica en importantes y arraigados valores sociales como la igualdad, la democracia, la responsabilidad y la solidaridad.

Todo ello hace que las cooperativas sean empresas competitivas que llegan a numerosos mercados, que se gestionan de forma democrática, que redistribuyen sus beneficios de forma equitativa y demuestran que la racionalidad económica y el progreso social son compatibles.

Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, como federación que aglutina a 166 cooperativas agrícolas y ganaderas y a su industria alimentaria, representa y defiende los intereses del cooperativismo y promueve el asociacionismo y la integración cooperativa para fortalecer al sector y hacerlo más competitivo.