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Acabar con un cultivo

Para poder controlar el contrabando de tabaco se va a poner en peligro toda la actividad y todo un sector que se enfrenta a sanciones totalmente escalofriantes y que puede ser el fin de este cultivo en España, que se concentra en el norte de Cáceres

El sector cultivador de tabaco extremeño ha reivindicado en los últimos meses que se mantenga su escenario actual en la futura PAC, con un esfuerzo muy importante por parte de la Administración en este sentido para que los agricultores mantengan sus ayudas y puedan seguir con su trabajo. Algo en lo que hemos estado trabajando muchísimo desde el sector, logrando un escenario favorable, que ahora puede no serlo tanto con el nuevo Real Decreto que prepara el Gobierno y que puede ser el fin de este cultivo en España, que se concentra en el norte de Cáceres.

Y es que ese nuevo Real Decreto tiene su foco puesto en el comercio ilícito, en el contrabando de tabaco, pero para poder controlar esos movimientos, sin saber siquiera su volumen, se va a poner en peligro toda la actividad y todo un sector que se enfrenta a sanciones totalmente escalofriantes, como la que fija determinadas infracciones Muy Graves en las comunicaciones previas a la circulación del tabaco en 40 euros por kilo de tabaco. Para hacernos una idea de cuánto puede suponer eso en la realidad para un agricultor, hay que tener en cuenta que el precio actual es de poco más de 2 euros por cada kilo de tabaco ahora mismo, por lo que una sanción así supone multiplicar por 20 el precio que recibe el agricultor.

Un panorama así al que nos enfrentamos ahora mismo asusta. Y mucho. Porque cada error que se produzca se va a traducir en sanciones que pueden llevar a situaciones muy delicadas a los agricultores y a todo un sector que aporta 139 millones de euros a la economía regional, que produce un cultivo sostenible medioambientalmente, que fija población rural y que genera empleo.

Este Real Decreto se enmarca en la Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal y esto hace que la preocupación sea mayor, porque la Ley entrará en vigor el 1 de Enero de 2.022 y este Real Decreto es tan solo el desarrollo reglamentario de la Ley, que incluye esta norma de control de tabaco crudo que no tienen ni pies ni cabeza, que no van a conseguir su objetivo de controlar el contrabando y que nos va a poner en peligro a todos los que hacemos las cosas bien, porque puede arruinar a los agricultores y a toda una zona de Extremadura que vive de este sector.

Más aún si tenemos en cuenta que todo lo que se pide en esa norma ya se está haciendo por parte del sector a través de un Decreto regional, después de que hace unos años el sector y la Junta de Extremadura estableciesen un Decreto de trazabilidad de tabaco, que ya incluye distintos elementos que pide esa nueva norma, como comunicar previamente cuándo se va a iniciar el secado de tabaco, cuántos kilos, la ubicación de los secaderos, tenemos también una guía asociada y hay una declaración final en la que se comunican los datos finales de tabaco secado y si existe o no excedente.

Ya estamos cumpliendo la mayor parte de lo que pide ahora Hacienda, de ahí que desde la Sectorial de Tabaco de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura dentro de los trabajos realizados en el seno de la Organización Interprofesional del Tabaco (OITAB) hayamos planteado una serie de observaciones al respecto a la Administración regional y nacional, que deben coordinarse y no duplicarnos el trabajo con más burocracia.

Si un agricultor tiene declaradas explotaciones, tiene contrato por escrito, tiene un decreto de junta que regula trazabilidad del producto… debe estar exento de hacer nada más. Y es lo que pedimos en esas observaciones, que el agricultor no sea considerado un operador, especialmente cuando este sector está concentrado en un territorio muy concreto, que es el norte de Cáceres, y en un tiempo también muy limitado, que es el de la campaña, de septiembre a marzo.

Si en ese periodo se suelen hacer unos 7.000 movimientos normales y rutinarios de tabaco, desde las explotaciones a los secaderos y desde los secaderos a las industrias, van a ser movimientos que Hacienda va a tener muy controlados, pero no así los que se produzcan fuera de ese territorio y ese periodo de tiempo.

Por tanto, para controlar un mercado ilícito van a meter al sector en el mismo saco, además sin conocer siquiera cómo operan nuestros agricultores y cooperativas, siguiendo a rajatabla cada punto del Decreto regional que comentaba, ni las especificidades del tabaco, ya que se quiere controlar el peso de esos movimientos de tabaco casi por gramo, cuando el tabaco es un  producto vivo, que puede por ejemplo coger humedad y que, por tanto, puede variar en el simple trayecto del secadero a la fábrica.

Es fundamental que esta norma que prepara el Gobierno nacional sea algo más flexible, atendiendo a esas características propias del cultivo de tabaco; y es vital que las Administraciones se coordinen para que no hagamos un trabajo doble ni que cualquier error por ello nos lleve a sanciones que suponga el fin de la riqueza y el empleo que genera este sector.