La intercooperación en el sector del olivar en Extremadura frente a la actual crisis

Las dificultades por las que atraviesa el sector del olivar, y que ya viene arrastrando desde hace varias campañas, ha encaminado los pasos para que las cooperativas se planteen la intercooperación como una necesidad

Las cooperativas del sector del olivar presentes en las Sectoriales de Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura representan en torno a 5.000 olivicultores, y el 60% de la producción de aceite de oliva y el 50% de la aceituna de mesa de nuestra región, con una facturación total en torno a los 164 millones de euros.

Los representantes de este grupo sentados en nuestras sectoriales han venido planteando en diferentes reuniones la necesidad de actuar en conjunto frente a las dificultades por las que atraviesa el sector, situación que se va agravando campaña tras campaña y que se agudizará aún más en la presente ante el descenso previsto de en torno a un 60% de la producción.

Mirando hacia el conjunto del sector a nivel nacional, y las experiencias exitosas actuales y escuchando los rumores de hacia dónde camina la nueva PAC, todo el sector es consciente de que la intercooperación debe ser la herramienta que contribuya a paliar esta situación y que dirija al sector hacia el éxito.

Pero la gran pregunta es ¿cómo establecer esta relación y en qué términos? Y es precisamente la respuesta que hemos buscado a través de la actuación EX1-2: Apoyo al proceso de intercooperación en el sector del olivar en Extremadura, englobada en el Programa de Asistencia Técnica en la convocatoria 2012, bajo el convenio firmado entre Cooperativas Agro-alimentarias España y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El trabajo se ha iniciado realizando una encuesta a cada una de las almazaras cooperativas participantes, para conocer de primera mano tanto las infraestructuras del sector como el capital humano existentes en el mismo, con el objetivo de encontrar similitudes, diferencias y opciones de complementarse unas con otras.

La tarea es complicada dado el carácter tradicional y familiar del olivar, y de cultivo que complementa la renta de muchas familias, en zonas rurales en las que las alternativas son muy complicadas o nulas, de ahí su importancia para el mantenimiento del tejido social y económico de nuestros pueblos.

Por ello hemos considerado pieza fundamental conocer también la opinión directa del sector en cuanto cómo creen que se debe orientar y enfocar esta intercooperación y hasta donde hay que llevarla.

Tras el análisis de la información recogida las opciones que se presentan son múltiples, desde tan sólo colaborar en la comercialización a granel de los productos, hasta una colaboración más estrecha referida a compartir instalaciones y trabajadores, propuesta que se plantea muy acertada especialmente en campañas de baja producción como esta 2012/2013, en la que las cuentas dicen que es más económico concentrar la producción, que funcionar todas las almazaras a media capacidad.

Lo más acertado parece ir introduciendo estas medidas poco a poco, empezando campaña tras campaña y avanzando en función de la respuesta del sector, hasta conseguir una intercooperación del sector efectiva y eficaz, porque realizar un cambio radical en la forma habitual de trabajo y en la mentalidad de las zonas no es recomendable.

El trabajo a partir de ahora debe centrarse en concienciar a los protagonistas del sector de las ventajas de trabajar de forma conjunta y organizada y de las mejoras económicas y competitivas que supone, aportando un mayor valor añadido, y contribuyendo al mantenimiento de las rentas de los olivareros y del entorno rural en el que se localizan.

La intercooperación en el sector del olivar en Extremadura frente a la actual crisis

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