“La implicación de todos es fundamental para lograr los múltiples proyectos que tenemos por delante para nuestros profesionales ganaderos”

Entrevista a Juan García Torres, presidente de la Cooperativa La Benéfica, de Oliva de la Frontera (Badajoz)

La Benéfica es una cooperativa centenaria ¿qué cambios destacaría en este tiempo?

Los principales cambios se han producido en los últimos 15 años, con una apuesta decidida por esta cooperativa a partir de la mejora de la finca de unas 2.300 hectáreas que gestiona en propiedad, la construcción de naves, la creación de un registro porcino… y años más tarde con la constitución de agrupaciones de ovino, de productores de terneros, la puesta en marcha de una comercializadora de productos zoosanitarios y de una fábrica de piensos, o el incremento del asesoramiento técnico a ganaderos, entre otras muchas mejoras.

Pongámonos en situación. Hábleme de los inicios de la cooperativa.

La Benéfica se fundó en el año 1902 como sociedad civil, transformándose después, ya en 1947, en sociedad cooperativa. Empezó con una finca que fue donada a la cooperativa y posteriormente, ya en torno a 1960, se compraron otras dos que se destinan al pastado en común del ganado.

Se trata de una cooperativa única, por su razón de ser. De hecho, el propio nombre de la cooperativa no es por casualidad, sino porque se creó y siempre ha trabajado con importantes y marcadas connotaciones sociales, tales como las de generar empleo, enseñanza, ayuda a los más necesitados, etc. Y todo por su fuerte implicación con el pueblo donde estamos, Oliva de la Frontera, del que La Benéfica es motor económico y social.

Con esa fuerte responsabilidad social ¿cómo cumplen sus fines?

Nosotros damos recursos a nuestros socios. Actualmente superamos los 1.600 socios. Lo que hacemos es ofrecerles todas las herramientas que podemos para facilitarles su trabajo y que sean ellos los únicos que se beneficien del mismo.

Por ejemplo, entre los servicios que damos se encuentra el de gestionar y preparar constantemente tres fincas que tenemos en propiedad y que se alquilan, por así decirlo, a los socios para el pastado en común de su ganado.

Las cooperativas tienen una idiosincrasia propia y la nuestra es aún más especial, porque nacimos para dar servicio, para ayudar. Nuestra base social es muy profunda.

De hecho, hasta hace unos años, que se reformaron los estatutos para adaptarnos al régimen de cooperativas, no hacía falta siquiera aportación de capital para ser socio. Solo por ser del pueblo tenías derecho a ser socio. Aunque esto ha cambiado, nuestra razón de ser no.

¿Cuáles son los retos que se marca?

La cooperativa ha trabajado intensamente en los últimos años en una mayor profesionalización de sus ganaderos y ahora la apuesta es conseguir la comercialización en común de la producción de sus socios.

Tenemos en proyecto construir un cebadero comunitario, para el que hemos solicitado una ayuda, que supondrá una mayor rentabilidad tanto para los socios, porque les permitiría reducir los costes, como para la fábrica de piensos que tenemos. Pero es que además, creemos que crearía importantes sinergias en toda la zona y nos proporcionaría también una importante defensa ante una posible crisis sanitaria.

Con todo ello lo que pretendemos es crecer, igual que se ha hecho en estos últimos años, y que esto repercuta en nuestros ganaderos socios, en Oliva y en toda la zona. Ya hemos avanzado mucho, con proyectos que se han materializado como son las agrupaciones de nuestros productores y la creación de una fábrica de piensos.

¿Y qué sería necesario para alcanzar esos retos?

La implicación de todos. Es fundamental para que sigamos avanzando como hasta ahora. Desde la cooperativa se trabaja mucho con los socios y además crea muchos puestos de trabajo. Por eso hay que apostar por la cooperativa. Porque es fundamental y porque es la base para la incorporación de ganaderos para los que sería difícil y costoso contar con una finca propia.

A ello se uniría una mayor ayuda por parte de la Administración y que se favoreciera la incorporación de jóvenes ganaderos a la actividad.

En ese sentido, ¿cómo se encuentra el sector ahora mismo?

La situación no es mala. No nos ha acompañado el último otoño, pero no es tan mala como en otras ocasiones. Con una primavera buena, el ganadero puede salvar el año y tener rentabilidad para mantener su explotación.

“La implicación de todos es fundamental para lograr los múltiples proyectos que tenemos por delante para nuestros profesionales ganaderos”

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